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- Los jefes de Gobierno de la UE encaran dos decisivas cumbres para revolver "el parto con fórceps" de la crisis helena y evitar su quiebra
- Tsipras envió anoche una propuesta que, según Bruselas, es "una buena base" para la reunión que se celebra hoy lunes
PABLO R. SUANZES Corresponsal Bruselas
La semana más larga del año comienza hoy lunes en Bruselas. De un lado, Yanis Varufakis y Alexis Tsipras con todo su equipo de negociadores. Del otro, los miembros del Grupo de Bruselas, del Eurogrupo y los jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona, convocados a dos reuniones extraordinarias para intentar cerrar un acuerdo antes de que expire el programa actual o de que el Ejecutivo heleno se vea obligado a imponer un control de capitales ante la masiva fuga de depósitos y la perspectiva de tener que pagar 1.600 millones de euros al FMI el 30 de junio.
Sin embargo, parece que algo de luz empieza a verse a final del túnel. Esta madrugada el jefe de gabinete de Jean Claude Juncker, Martin Selmayr, escribía en su cuenta de Twitter que la propuesta presentada este domingo por Tsipras era "una buena base para el progreso".
Sin embargo, parece que algo de luz empieza a verse a final del túnel. Esta madrugada el jefe de gabinete de Jean Claude Juncker, Martin Selmayr, escribía en su cuenta de Twitter que la propuesta presentada este domingo por Tsipras era "una buena base para el progreso".
El nuevo plan de Grecia mantiene los tres tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA), el 6,5 %, el 13 % y el 23 %, propuestos con anterioridad, a diferencia de los dos que defienden las instituciones acreedoras.
Entre octubre y abril salieron de las entidades helenas 30.000 millones de euros. La semana pasada, en apenas 100 horas, los depositantes retiraron unos 5.000 millones, lo que obligó al BCE a reunirse dos veces para subir la línea de liquidez de emergencia a los bancos griegos. El organismo que preside Mario Draghi vuelve a discutir hoy lunes la situación, pero a pesar de que el mensaje oficial es que la ELA se subirá todo lo necesario mientras los bancos sean solventes, todos son conscientes de que ni un lado ni el otro se pueden permitir 1.000 millones al día de salidas.
Entre octubre y abril salieron de las entidades helenas 30.000 millones de euros. La semana pasada, en apenas 100 horas, los depositantes retiraron unos 5.000 millones, lo que obligó al BCE a reunirse dos veces para subir la línea de liquidez de emergencia a los bancos griegos. El organismo que preside Mario Draghi vuelve a discutir hoy lunes la situación, pero a pesar de que el mensaje oficial es que la ELA se subirá todo lo necesario mientras los bancos sean solventes, todos son conscientes de que ni un lado ni el otro se pueden permitir 1.000 millones al día de salidas.
"Sinceramente, yo ya no sé qué va a pasar, nadie entiende nada", explica una alta fuente europea en la víspera de las reuniones. La agenda del día es frenética. A primera hora, reunión del Grupo de Trabajo del Eurogrupo para ver qué pueden discutir sus jefes en el Eurogrupo que empieza a las 12.30. Hasta el domingo, las conversaciones seguían en punto muerto, porque Grecia no les había enviado nuevas propuestas. Pero anoche, ya cerca del cambio de día, Atenas remitió a la Comisión, el BCE y el FMI su texto. Y por sorpresa, la mano derecha de Juncker, el alemán Martin Sermayr, aseguró que era "una buena base" para progresar mañana en la Eurocumbre, la primera reacción positiva a una propuesta helena en muchas semanas, pero que completó resumiendo a la perfección el sentir general sobre el proceso: "un parto con fórceps".
Grecia no tiene intención de comunicarse con los subalternos más allá de lo meramente necesario, y es por eso que el sábado el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y Tsipras, hablaron por teléfono y acordaron volver a hacerlo de forma continuada para desbloquear el proceso y verse hoy antes de la Cumbre. Y por lo que ayer, domingo, Tsipras llamó a Hollande y Merkel y esbozó sus nuevas premisas. Acto seguido, trasladó formalmente la nueva propuesta a Bruselas, Washington y Fráncfort.
A las 19.00 horas volverán a verse las caras todos, cuando comience una reunión de primeros ministros y presidentes que se espera termine a altas horas de la madrugada. Grecia tiene dos oportunidades, hoy lunes y el próximo jueves, para intentar cerrar un acuerdo en el marco que siempre ha querido, entre jefes. Quiere que sea algo "político", algo que molesta sobremanera a unos integrantes del Eurogrupo que llevan un lustro peleando mes a mes los detalles.
"Es ridículo, los ministros no discuten del 0,5% del PIB en superávit o de detalles de las pensiones, eso es para los técnicos", se lamentaban ayer fuentes muy próximas a las negociaciones. "Quien piense que un acuerdo político por sí solo basta, se equivoca", advirtió el viernes Luis de Guindos, insistiendo en que es necesario que Tsipras ponga sobre la mesa hoy algo más sólido, porque ya no es retórica, sino hechos: "quedan días" para evitar el desastre.
Grecia no tiene intención de comunicarse con los subalternos más allá de lo meramente necesario, y es por eso que el sábado el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y Tsipras, hablaron por teléfono y acordaron volver a hacerlo de forma continuada para desbloquear el proceso y verse hoy antes de la Cumbre. Y por lo que ayer, domingo, Tsipras llamó a Hollande y Merkel y esbozó sus nuevas premisas. Acto seguido, trasladó formalmente la nueva propuesta a Bruselas, Washington y Fráncfort.
A las 19.00 horas volverán a verse las caras todos, cuando comience una reunión de primeros ministros y presidentes que se espera termine a altas horas de la madrugada. Grecia tiene dos oportunidades, hoy lunes y el próximo jueves, para intentar cerrar un acuerdo en el marco que siempre ha querido, entre jefes. Quiere que sea algo "político", algo que molesta sobremanera a unos integrantes del Eurogrupo que llevan un lustro peleando mes a mes los detalles.
"Es ridículo, los ministros no discuten del 0,5% del PIB en superávit o de detalles de las pensiones, eso es para los técnicos", se lamentaban ayer fuentes muy próximas a las negociaciones. "Quien piense que un acuerdo político por sí solo basta, se equivoca", advirtió el viernes Luis de Guindos, insistiendo en que es necesario que Tsipras ponga sobre la mesa hoy algo más sólido, porque ya no es retórica, sino hechos: "quedan días" para evitar el desastre.
FUENTE: El Mundo.
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