- • Inmigrantes moldavos, georgianos y rusos logran en territorio español documentos lituanos y griegos.
- • Las copias no bajan de mil euros y están hechas por mafias que manipulan los originales en otros países
Así, la demanda ha acabado por generar una importante oferta y hoy España se ha convertido en uno de los lugares de la UE adonde más personas acuden para obtener documentación falsificada.
Los responsables de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsificaciones Documentales del Cuerpo Nacional de Policía (UCRIF) advierten de la preocupante evolución de este fenómeno, que han convertido en una de sus prioridades. Prueba de ello es la casi inacabable lista de variantes de documentos falsos que han detectado en Catalunya. En la mayoría de casos, los pasaportes y otros papeles han sido falsificados en el extranjero y posteriormente enviados a España, que es donde una red de intermediarios los comercializa por precios que casi nunca bajan de los 1.000 euros.
VOLUNTAD DE REGULARIZACIÓN
"Lo más habitual es que todo responda a una intención muy simple: un ciudadano de un país pobre intenta hacerse con documentación de un país de la UE para poder así regularizarse en el espacio comunitario", explica un responsable del Cuerpo Nacional de Policía, que traza un paralelismo entre ese proceso documental y el de blanqueo de dinero. "Aquí lo que se intenta es blanquear una identidad. Es decir, una vez que obtiene un documento falso de un país de la UE esa persona lo que hace es registrarse como ciudadano comunitario e intentar obtener un documento auténtico conforme reside legalmente, por ejemplo, en España".
Ese responsable indica cómo uno de los grandes campos de la falsificación está vinculado a los países del Este. "Estamos viendo sobre todo a georgianos, aunque también a rusos y ucranianos, que viven en España o que vienen de otros países de la UE, intentar regularizarse aquí con documentos falsificados de los países bálticos, sobre todo de Lituania y Letonia", explica. Por si eso fuera poco, tras la entrada en la UE de Rumanía y Bulgaria, se han multiplicado los documentos de identidad rumanos y búlgaros utilizados por inmigrantes de repúblicas exsoviéticas.
ASCENDENCIA DUDOSA
El abanico de posibilidades no acaba ahí. Georgianos y moldavos también están empleando documentos griegos falsificados, unos pasaportes que a su vez están siendo usados por inmigrantes chilenos y argentinos, que sostienen que los obtuvieron por tener ascendencia helénica. En otros casos, esos inmigrantes intentan obtener pasaportes italianos.
En la mayoría de las ocasiones, los falsificadores manipulan pasaportes auténticos que han sido robados o extraviados (a veces vendidos en el mercado negro) por sus dueños. Si se trata de una versión antigua de esos pasaportes, lo que hacen los falsificadores es levantar el plástico de la página con los datos biográficos y reemplazar la foto. En el caso de las versiones nuevas, la tarea consiste en reemplazar solo la página de la información personal por otra hoja con los nuevos datos y la nueva foto que previamente se ha enviado desde España por correo electrónico.
En el otro extremo de la Unión Europea se da el uso por parte de muchos inmigrantes brasileños de documentación portuguesa, sobre todo pasaportes y el conocido como bilhete de identidade, el DNI del país luso. En la mayoría de casos, esas falsificaciones, que son mucho más baratas y rondan los 300 euros, se realizan de principio a fin en España. Esos falsificadores no transforman documentos reales robados sino que crean documentación nueva. De hecho, la UCRIF ha desmantelado ya varias bandas de falsificadores brasileños que se habían instalado en España para alimentar esa demanda de documentos.
Extraído de http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=617351&idseccio_PK=1021
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